Escribir

Estando en primaria recuerdo que un profesor, supongo que de lengua y literatura, como parte de «los ejercicios» que había que hacer en clase me dijo algo así como que cuando escribiera, debía intentar escribir mejor, «adornar» lo que escribía, formar frases y párrafos más complejos que hicieran ver en mi escritura que tenía una capacidad de contar las cosas de una forma más «ilustrada».

Me tomé aquello muy en serio, y mi mente me recuerda (y digo esto porque no tengo claro si es la realidad de lo que ocurrió o mi mente se lo ha inventado para satisfacerme) que ese profesor empezó a felicitarme por mi forma de escribir a partir de ese «consejo». «Recuerdo» que mis compañeros me «felicitaban» por como escribía.

He hecho mía esa forma de escribir, donde quizás a veces doy demasiados rodeos para contar algo. Donde soy capaz de llenar un gran número de líneas con palabras y expresiones bonitas para realmente contar algo muy sencillo.

Durante mi época  de la universidad estaba muy de moda una plataforma llamada fotolog. La idea era un poco precursora de lo que actualmente es instagram aunque algo diferente. Podías subir un «post» al día (si no recuerdo mal) donde adjuntabas una foto que ilustraba el post y debajo ponías tu texto. De aquella, creo recordar que hacía gran uso de esta plataforma. Mi fotolog se titulaba «Etimología del recuerdo Vol. X», donde ese X se iba incrementando, honestamente, no se en base a que criterio. Tampoco recuerdo porque lo llamé etimología del recuerdo. La cuestión es que escribía mucho sobre lo que pensaba, sobre mi forma de ver la vida, sobre canciones… Es una pena que a día de hoy solamente lo único que haya podido recuperar de esa plataforma es una snapshot en archive.org de un post concreto donde ponía como texto una intro de una canción de Marea que si no recuerdo mal pronunció Kutxi Romero en un directo.

Me gustaba escribir. Me gustaba mucho. Tras fotolog tuve un blog que usaba tanto para temas relacionados con la universidad y las cosas que hacía como para temas personales. Pero en un momento de mi vida, nuevamente sin recordar porqué, decidí borrarlo. Se que, eso si, hice una copia de todo el contenido del mismo. Pero tampoco tengo claro ahora mismo donde está.

He escrito mucho. Y he tratado de escribir mucho más. Tengo una carpeta de dropbox que contiene 19 ficheros que son «intentos» de potenciales libros. Algunos tienen una página o dos. Algunos tienen unas 20. He escrito varios relatos eróticos en una plataforma dedicada a este propósito. Y autopubliqué en Amazón un pequeño relato.

Siempre me ha gustado escribir igual que siempre he adorado leer. De pequeño deboraba al principio comics (Mortadelo y Filemón y Asterix y Obelix sobre todo). Luego me pasé a todo tipo de libros juveniles y actualmente mi principal entretenimiento es la novela (policiaca, de intriga) e histórica, además de ensayos sobre ciencia y aspectos relacionados. He leído mucho y querría seguir leyendo aunque lamentablemente no tengo tanto tiempo como querría. Y como derivado de esa faceta lectora, como digo, he intentado escribir. Pero me cuesta enormemente escribir algo «de verdad».

Recientemente adquirí un curso en domestika sobre escritura de novelas. Aún no he ni tan siquiera entrado a la plataforma. No tengo tiempo. Pero sobre todo, tengo miedo. Tengo miedo de darme cuenta de que no sirvo para escribir algo así, aunque lo deseo con toda mi alma. Deseo escribir algo que pueda hacerme sacar todo lo que tengo dentro. Pero también me da miedo que sacar eso haga que, mis potenciales pocos lectores (¿mi familia?, ¿mi mujer?) tengan una visión equívoca sobre mi.

Cuando escribo no tengo filtro. No quiero tener filtro. Quiero que lo que se me viene a la cabeza, según se me viene, se escriba. Es un poco lo que me pasa cuando escribo estos posts. Apenas filtro. Apenas reviso, y si reviso es sobre todo para darle como mucho una mejor forma de expresar algunas frases. No porque tenga realmente miedo a lo que digo. Pero también en cierto modo, a veces, «me corto». En un libro, en una novela, o en un relato (como he hecho sobre todo en los eróticos), no quiero filtrar lo que se me viene a la cabeza. Quiero ser crudo. Quiero ser realista. No quiero ser lo políticamente correcto que se es en la mayoría de las novelas. Quiero poder cagarme en Dios. Quiero poder hablar de sexo (duro, o no) sin tapujos. Quiero poder hablar de drogas. Quiero poder hablar de situaciones que incomodarían a la mayoría. Y eso me da auténtico miedo, porque tengo miedo de que se interprete o malinterprete mi escritura con mi persona. Quiero escribir por ejemplo como hacía Bukowski.

Entre medias de que haga ese curso y de que quizás finalmente finalice uno de esos 19 potenciales relatos/libros/whatever, escribo aquí. Escribo poco últimamente. Pero al menos me permite soltarme. Me permite desfogar. Me permite ser un poco libre mientras voy pulsando, una a una, las teclas.

Mi amigo Juanmi (que el si que ha escrito y publicado cosas), cuando le dije que iba a hacer un curso con el objetivo de escribir algo me animo y me dijo que seguro que lo que escribiría sería bueno. Es lo que que tienen los amigos que te mienten hasta para darte ánimos.

Prometo no obstante tratar de escribir más. Aunque sea aquí. Tratar de expresarme. Tratar de mostrarme como soy. Aunque sea con mierdas de posts en un blog.