Izel

He tardado en escribir sobre ti, mi niña, lo sé. Pero la vida, me temo, a veces no sigue los caminos que uno querría que siguiera. Y es que, aunque junto a tu hermano eres lo mejor y más importante que me ha pasado en la vida, quizás no he podido reflejar esa importancia y sentimiento aquí, como hice con tu hermano, hasta ahora.

Y es que, quizás algún día lo descubras, en términos de hijos, 1+1 no son 2. Y con esto espero, que si algún día llegas a leer esto, no lo interpretes como algo negativo, pero la realidad es que pasar de un niño a dos es tan duro y agotador como reconfortante por lo feliz que te hace.

Has llegado para llenar de luz nuestra vida con tus sonrisas. Ahora, en el momento en el que escribo esto para ti, estás apunto de cumplir 7 meses. Y como te digo, eres pura luz y felicidad.

Tu nombre significa única. Y es que así eres. Y si, todos somos únicos, pero tu eres única porque para mi eres, junto a tu hermano, la única cosa por la que yo daría todo. La vida hasta si fuera necesario.

Tienes un nombre que te va a marcar, porque somos conscientes de que es poco común. Es un nombre que surgió de un viaje que hicimos tu madre yo al casarnos, en la luna de miel, cuando visitamos México. Es una historia que espero podamos contarte y que recuerdes con cariño siempre.

Y hasta aquí, cariño. Podría seguir escribiendo miles de palabras, pero todas dirían lo mismo: cuanto te quiero. Y lo bueno, si breve, dos veces bueno.