Happiness

– ¿Eres feliz? – me pregunta mientras me mira con ternura.
– ¿Cómo que si soy feliz? ¿Es una pregunta de si o no?
– ¡Claro!
– La felicidad no se mide con un sí o un no. – respondo de forma brusca.
– ¿Ah no? ¿Y cómo se mide?
– No es fácil de explicar.

Pues no, no es fácil de explicar. La felicidad no es un estado binario. No es si o no. O al menos, casi nunca lo es. Considero que una persona solo puede decir que es feliz cuando su «barra de progreso» de la felicidad ha alcanzado el 100%. No de la misma forma puede decir que no cuando sea un 0%. Creo (o espero) que nadie es tan desgraciado.

En realidad, ¿qué es o implica ser feliz? La felicidad no tiene una vara de medir concreta. No existe una forma universal de medir. Pero podemos llegar al acuerdo (creo) de que nuestra felicidad se divide en diferentes «aspectos». De forma sencilla nuestra felicidad es la suma de como de contentos, agusto o «felices» (valga la redundancia) estamos en cada uno de esos aspectos. Simplifiquemos la cosa para no hacerla demasiado aburrida:

Supongamos que para mí, la felicidad se basa en estos cinco elementos:

Salud

Amor

Familia

Dinero

Trabajo

Cada uno de estos elementos en realidad tiene una importancia relativa. No es igual de importante el amor que el dinero o el trabajo que la familia. Cada elemento tiene un peso. De esa forma, si suponemos que estamos en una escala de 1 a 100, podemos asignar a cada uno de estos elementos un peso, que implica que cuanto mayor es el peso, más importante es este elemento para nosotros. Pongamos, hipotéticamente, los siguientes pesos:

Salud – 20

Amor – 25

Familia – 30

Dinero – 15

Trabajo – 10

Con esta distribución lo más importante para mí sería la familia, el amor, la salud, el dinero y finalmente el trabajo. Igual que tenemos estos 5 elementos podríamos tener 200 o solo 2. En realidad muchos de estos elementos pueden ser derivados unos de los otros y podrían agruparse, o dividirse. Por ejemplo, el amor podría a su vez medirse en tres factores con sus pesos correspondientes:

Sexo – 70

Cariño – 20

Compatibilidad – 10

Y así, continuamente.

Para calcular por lo tanto, como de «felices» somos, es decir, cual es nuestra puntuación o porcentaje de felicidad (de 1 a 10) simplemente tendríamos asignar como de bien nos sentimos en cada una de estas facetas. Pongamos los siguientes números de ejemplo (cada factor o elemento se mide, nuevamente, de 1 a 100):

Salud: 75
Amor:
Sexo: 75
Cariño: 40
Compatibilidad: 30
Familia: 80
Dinero: 60
Trabajo: 90

En primer lugar deberíamos calcular el valor que corresponde al amor en base a sus factores, que sería:

75*0,7 + 40*0,2 + 30*0,1 = 63,5

A partir de ahí, ya podríamos calcular nuestro nivel de felicidad:

75*0,2 + 63,5*0,25 + 80*0,3 + 60*0,15 + 90*0,1 = 72,875

Es decir, que somos un 73% felices. Para esta simulación, no está mal.

La verdad es que al final es todo más complejo. Lo que hoy nos hace felices varía con el tiempo. Los pesos que le damos a las cosas que miden nuestra felicidad cambian. Y a veces las matemáticas simplemente no reflejan la realidad de lo que somos o de cómo estamos.

Con lo cual, intentar estimar si uno es feliz o no .. lleva a que te acaben dando ganas de pegarte un tiro.